martes, 23 de febrero de 2010

15 Soñanza























Fotografía Barcelos y Natalie por Natalie A.

 
Cada cual con su dilema...

...y cada loco con su tema. Y si no dímelo a mí Barcelos, que estoy como trillá de tanto desamor.
Ya no sé dónde encontrarlo.

El otro día conversaba delante del café más bohemio que te puedes tomar por Paris, el Café de Flore, con mi amiga Alizée. Ella decía que habíamos llegado a un momento (todo esto claro, lo decía en francés, que suena un poco más erótico) en el que no te hacían falta los hombres, ya que existían unos increíbles "objetos" de la felicidad; pequeños, grandes, más grandes y los vergonzantes. Claro, todo está en función de la mirada que pongas, es decir, no es lo mismo que diga que estaba riquísimo el croque monsieur, que un sándwich de jamón y queso. No es lo mismo llamarla Alizée, que Alicia, que suena más a tu compañera del insti ¿no?

Así que me llamarás rara, pero un extra grande no sustituye nunca ese tono francés de una preciosa sonrisa, aunque la tenga de un tamaño vergonzante.

Claro que, no a todos nos parecen vergonzosas las mismas cosas, ¿no?.

Nandy

1 comentario:

  1. Sin duda siempre existen dos lados, de ahí que lo mejor sea decicarse al tema de uno, y estando cuanto más loco mejor... Y este punto, la vergüenza surge porque nos puede volver loco un tema acotado por nuestra, paradójicamente, libertina sociedad.

    ResponderEliminar