Fotografía Barcelos por Raúl Barcelos
Fotografía Natalie por Raúl Barcelos
La sonrisa y el parquímetro
Creo que más o menos todos estaremos de acuerdo en que cada cosa lleva su tiempo.
Un sueño, una mala película, un horrible beso de tornillo con el que pensabas que era tu príncipe azul, siempre terminan tarde o temprano; por la mañana, o completamente descoloridos en mitad de la noche.
Pero llego a la conclusión de que debo pagar por ser feliz. Te encuentras de antemano con un olorcillo a bicoca en forma de sermón de padre. ¡Puff!
¡Vaya pelotera que he agarrado hoy con el tiempo! Es que esta tarde avanzo un poco a tientas (creo que el ejecutivo chulín que me mira desde la mesa de al lado me está estropeando mi café latte)... ¿De qué se ríe el tontín este? Si te miro, no es porque me gustes, es porque te estudio como a un chimpancé erecto.
Creo que Natalie no para de soñar, y yo no paro de echar monedas en el aparato éste que no me deja sonreír. ¿Quién ha sido el listillo que ha inventado la felicidad por fracciones de tiempo? ¿Eh?
Que levante la mano, porque como tenga algo que ver el machote éste de la mesa de al lado, se va a encontrar con mi café Tall latte machiatto del Starbucks en toda la jeta de bobo.
Nandy