martes, 23 de febrero de 2010
15 Soñanza
Fotografía Barcelos y Natalie por Natalie A.
Cada cual con su dilema...
...y cada loco con su tema. Y si no dímelo a mí Barcelos, que estoy como trillá de tanto desamor.
Ya no sé dónde encontrarlo.
El otro día conversaba delante del café más bohemio que te puedes tomar por Paris, el Café de Flore, con mi amiga Alizée. Ella decía que habíamos llegado a un momento (todo esto claro, lo decía en francés, que suena un poco más erótico) en el que no te hacían falta los hombres, ya que existían unos increíbles "objetos" de la felicidad; pequeños, grandes, más grandes y los vergonzantes. Claro, todo está en función de la mirada que pongas, es decir, no es lo mismo que diga que estaba riquísimo el croque monsieur, que un sándwich de jamón y queso. No es lo mismo llamarla Alizée, que Alicia, que suena más a tu compañera del insti ¿no?
Así que me llamarás rara, pero un extra grande no sustituye nunca ese tono francés de una preciosa sonrisa, aunque la tenga de un tamaño vergonzante.
Claro que, no a todos nos parecen vergonzosas las mismas cosas, ¿no?.
Nandy
miércoles, 10 de febrero de 2010
14 Soñanza

Fotografía Natalie por Barcelos.
My precious thing
Estas cosas ocurren a veces. Uno se sienta, mira y dispara. Ahí está Natalie…
Su inusual inocencia te hace sentir un foráneo que se piensa duro, trabajado con los años. Como un animalito que mueve su hocico y se acerca tímidamente , mientras la escena se vuelve lenta y la atmósfera arrebatadoramente serena, me apuesto a que no seré capaz de olvidar esta imagen. Seguro. Pero la memoria es caprichosa, por lo que dudé, y volviéndome inaceptablemente frío, disparé. O lo coges, o se escapa.
Ahora perteneces a la eternidad.
Barcelos
jueves, 4 de febrero de 2010
12ª Soñanza
Copyright Raúl barcelos
Fotografía Barcelos por Natalie A.
L´AMOUREUX
¿Dónde coño estoy?
Por favor, ¿puede alguien levantar la mano como en clase y decirme la respuesta?
¿Por qué camino hacia delante cuando mis pies miran a mi trasero respingón?
Yo no me quiero bajar del autobús en la próxima parada; es que no quiero subir. Quiero ver como pasa con su publicidad facilona y las caras prestadas por las ventanas hacia el degolladero. ¿Es tan difícil sonreír cuando cedes el paso para entrar en el portal?
Lo dejo por imposible. Yo que creía que todo era caminar, ahora resulta que hay que pensar.
Ok nenes, vosotros lo habéis querido, piececitos, giraros, queda un mundo por delante… aunque pisemos alguna que otra mierdecilla, siempre podremos volver a ver la cabeza flotando de Lenin mientras suena el piano de Yann Tiersen.
Nandy
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